Nuestra labor fundamental es contribuir al desarrollo óptimo de los niños y niñas, compensando desigualdades, atendiendo a la diversidad y ajustando la acción educativa al ritmo de crecimiento, desarrollo y aprendizaje de cada niño y cada niña, teniendo en cuenta, además, sus experiencias familiares, sociales y culturales.
Nuestro proyecto es fundamentalmente abierto y flexible. Las actividades que llevamos a cabo parten de los intereses de los alumnos, utilizando metodologías activas y teniendo como base fundamental para estas edades el juego.
Además, como centro religioso, cabe destacar que la formación religiosa y moral católica pretende contribuir a la formación integral del alumnado, desarrollando especialmente su capacidad trascendente, facilitándole una propuesta de sentido para su vida e iluminando el fundamento de aquellos valores comunes que hacen posible una convivencia libre, pacífica y solidaria. Contamos para ello con las siguientes herramientas: